Pedagogía libre, serena y sostenible

Es debido a esto que el aprendizaje debe ser libre, que el estudiante
desarrolle su propio aprendizaje a su propio ritmo. El estudiante conduce su
aprender a partir de los intereses personales que lo motive; debe ser serena,
es decir, dejar que la vida fluya, que siga su propio rumbo para lograr
momentos auténticos de la mano de un aprendizaje significativo; y asimismo
sostenible, el cual responda a las necesidades y tiempo oportuno y específico
de los estudiantes para aprender, siempre bajo una concepción holística. El
periodo de infancia es autónomo a diferencia del período de la vida adulta. En
el primero, hay que dejar ser al niño, disfrutar de su crecimiento y del
conocimiento del mundo, mientras que en el segundo también, sin embargo, este requiere
de una intervención específica.
La pedagogía libre, serena y sostenible propone ir más despacio en la
vida para disfrutar más el proceso, con mayor calidad. “Menos es más”.
Ahora bien, en esta pedagogía no se dejan de lado los contenidos ni los
objetivos como se puede llegar a pensar, no. Únicamente, lo que busca es abrir
más espacios de oportunidades para un crecimiento integral y estimulante en el
que se tomen en cuenta las habilidades del niño. De esta manera, el estudiante debe crecer con cosas simples
así como aprender descubriendo, despertar el interés de cada uno en un espacio
de ocio fundamental.
Es importante aprender para la vida, a partir de las experiencias. La
enseñanza se basa en la experiencia, por tanto, prima la práctica sobre la
teoría. Respetar la individualidad de los estudiantes y las etapas de su
desarrollo infantil es un aspecto sumamente necesario, sin precisar en el proceso de aprendizaje del
alumno, por lo contrario, estimularlo en su desarrollo paulatino y constante.
“El aprendizaje es experiencia, todo lo demás es información" -
Albert Einstein